viernes, 1 de junio de 2012

Propuestas a estudiar para evitar los recortes en Educación (y bajadas de sueldos).


PROPUESTAS A ESTUDIAR  PARA EL AHORRO COMPROMETIDO POR EL GOBIERNO ANDALUZ Y PARA PALIAR LAS MEDIDAS DEL GOBIERNO CENTRAL QUE DEGRADAN LA CALIDAD DEL SISTEMA EDUCATIVO PÚBLICO.

INTRODUCCIÓN
               Entendemos que Educación, Sanidad y Protección social: dependencia, desempleo y jubilación, deben ser los últimos sectores en los que aplicar recortes, por tanto rechazamos cualquier recorte que se produzca en estos sectores si previamente no se han hecho los esfuerzos de ahorro en otras áreas.  Y es evidente que tanto el Gobierno Central como el de Andalucía tienen  mucho camino que recorrer en esta vía.
               El déficit es el resultado negativo de una ecuación con dos componentes: ingresos y Gastos. Es evidente que en la parte de los ingresos  es donde se ha producido una disminución. Tenemos un gasto social, y en particular en Educación por debajo de la media europea. Los expertos de la Agencia Tributaria  cuantifican el fraude fiscal de las grandes empresas en el entorno de los 40.000 millones de €/año.  A esta cantidad habría que añadir  las bonificaciones fiscales de las grandes compañías en el impuesto de sociedades y de las grandes fortunas con las SICAV.  Frente a un impuesto nominal del 35% sobre los beneficios, en el 2011 las empresas del IBEX por término medio tributaron por debajo del 11%, gracias a las bonificaciones que se les aplicaron.  Las SICAV por ley tributan al 1%.    Un docente  medio tributa en su IRPF  por encima del 18%.
               Las medidas que se han tomado desde que se inició la crisis desde el lado de los ingresos, no han incidido en lo señalado en el punto anterior. La mayoría de las medidas han consistido en aumentar el IRPF de la clase media y trabajadora, el IVA y otros impuestos especiales: Alcohol, tabaco y gasolina. Las razones de esto no son de tipo económico sino ideológico.  Mientras la mayoría nos empobrecemos, una minoría se enriquece e impone sus condiciones a nuestros gobernantes.
               En este sentido las medidas que se están tomando contra el sistema público de educación no se pueden entender como un mero y transitorio  empeoramiento de las   condiciones materiales y laborales  en que se desarrolla la enseñanza en sus diferentes etapas y niveles. La crisis está sirviendo de coartada para avanzar en el proceso hacia la liberalización de este sector (La educación no como derecho sino como negocio)  la aplicación de unos recortes que degradan la calidad de la enseñanza pública empujará a  las familias hacia  la enseñanza privada y concertada ( cheque escolar, modelo del PP) mientras la enseñanza pública queda para los sectores sociales más desfavorecidos.  Nuevamente las medidas adquieren un sesgo ideológico que ponen en cuestión la equidad, la  igualdad de oportunidades y el estado de bienestar tal y como lo hemos conocido en Europa.
               Por último, pero no de menos importancia, algunas de las medidas, además de afectar a la calidad de la enseñanza, van a suponer el paro de miles de compañeros interino/as.  4.873 según una primera aproximación de la Consejera de Educación de la Junta de Andalucía, en la mesa sectorial del 22 de mayo.
 

PROPUESTAS  EN EL SECTOR DE LA ENSEÑANZA NO UNIVERSITARIA.

1.      Plan de calidad.  Congelar la aplicación del plan de calidad y de los pagos asociados. Estudiar la posibilidad de anular los pagos consolidados.
2.      Supresión de la Agencia Andaluza de Evaluación Educativa (AGAEVE). Devolución de sus funciones y competencias al Cuerpo de inspección. (entre otras cosas gestionan las pruebas de diagnóstico).
3.      Supresión de las pruebas diagnósticas, de tipo censal y si se considerasen necesarias realizarlas sobre un grupo reducido del alumnado con valor estadístico.
4.      Reducción (minimización) de las campañas publicitarias, edición de folletos, videos….  de la Consejería de Educación.
5.      Personal en delegaciones y Consejería.  Ocupación de los puestos administrativos con el personal adecuado, volviendo el profesorado que actualmente los ocupa a sus centros.
6.      Central de compras.  Centralizar las compras de los consumibles más empleados: Folios, tiza, rotuladores, ratones, teclados, productos de limpieza….
7.      Revisión de los planes y programas con criterios de significación educativa y optimización de recursos.
8.      Revisión de los planes de formación y papel de los CEP. Promover la formación en los Centros con personal de los mismos y en respuesta a demandas de la comunidad educativa.
9.      Replanteamiento del sistema de gratuidad de libros de texto.  Hay muchas formas y las tic favorecen sistemas más económicos que el actual en vigor. Compensar económicamente a los Centros que no agoten su crédito de libros para material fotocopiable.
10.   Revisión en profundidad del plan de entrega de ordenadores al alumnado.
11.   Revisión de la implantación de pizarras digitales, a demanda de los Centros educativos, evitando inversiones ociosas.
12.   Religión. Estudiar la posibilidad llevar  la enseñanza de religión fuera de la jornada lectiva.  Facilitaría la eliminación de las horas de alternativa a la religión, o permitiría realizar en esas horas funciones de apoyo, refuerzo o recuperación de pendientes.  En última instancia que se permita que al alumnado que no opta por la religión se le den refuerzos, apoyo o intensificación curricular.
13.   Revisión de los convenios con las distintas iglesias para la impartición de religión. Se propone la asunción gradual del coste de este profesorado por las correspondientes iglesias.
14.   Revisión de las liberaciones sindicales. Aplicación de la legalidad vigente y revisión de la misma con el horizonte de la autofinanciación.
15.   Revisión de los pagos a la enseñanza concertada.
16.   Facilitar la instalación de tejados solares para ahorrar en la factura eléctrica de los Centros. ( Sin coste para la administración educativa)

1 comentario:

  1. De acuerdo con todo, excepto con el tema religioso. La religión debe quedar fuera de la enseñanza pública y, por tanto, de la escuela. La escuela pública debe ser laica, y la educación religiosa debe ser competencia de la familia y de las diversas confesiones religiosas (cristianas o no), que deben llevarla a cabo en sus centros de culto o similares fuera del horario escolar.

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